El Primer Día de Clases


Las emociones son muchas y muy fuertes en un niño que se enfrenta, luego de tres meses, al primer día de clases. Es normal que después de este tiempo, la rutina hogareña asimilada por el pequeño choque con el cambio de un día para el otro.

El temor de un niño frente a los cambios es normal, pero la actitud de los padres es crucial para la adaptación a este cambio. Muchos de los papás influyen decisivamente en la actitud de los niños con su ansiedad. 

Muchas veces sin querer, van creando incertidumbre sobre sus hijos a pocos días de iniciarse las clases, tan sólo conversando en la mesa sobre el tema. Algunos pequeños llegan incluso a no querer dormir, comer o sentirse realmente estresados.

Es importante no crear esta expectativa de preocupación tan grande y ayudar mas bien a nuestros hijos a sobrellevar esta ansiedad. De ello depende que , en el futuro, sepan controlar estas emociones, que se producirán siempre ante tantas situaciones en sus vidas de adultos.

El éxito del primer día de clase depende de que los adultos involucrados contribuyan a ello. Los padres deben tomar el día de regreso a la escuela como un día normal, aunque tampoco se puede caer en la indiferencia; esto desmotivaría a los niños. Pero el otro lado de las responsabilidades dirigidas a hacer un triunfo de este día está cruzando la puerta de la escuela; en las maestras, sobretodo.





Las maestras deberán garantizar un ambiente agradable y un recibimiento adecuado y alegre al niño, de forma que este se sienta a gusto en su escuela desde el primer día. Esto, unido a lo hecho por los padres, evitará que la frustración de un día determine el rendimiento del niño a lo largo del año. Ahí esta la importancia del primer día de clases.

Finalmente, la comunicación y el diálogo juegan un papel fundamental en este proceso de cambio. Se recomienda a los papás que conversen con sus hijos, de acuerdo a sus edades, sobre el primer día de clases. Diciéndoles que verán nuevamente a sus amiguitos, describirles a su nueva maestra o contarles también cómo será ese día. La idea es crear un ambiente que estimule positivamente la imaginación del niño, lo cual lo ayudará a afrontar esta nueva y crucial experiencia.

En este, como en otros temas, se sustenta la necesidad de crear una estrecha relación y coordinación entre los papás y la escuela. Ambos juntos deben velar por que ese completo entendimiento beneficie al niño. Así se logrará garantizar que la experiencia educativa sea una de alegría, cariño y gratos momentos para nuestros hijos.

Foto: Clarin

Comentarios

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  1. Anónimo1:26 p.m.

    muy bn articulo mi bb entro hoy al kinder x primera vez y apesar q todo mundo m dijo que no sufriria(x q desd muy bb ah estado en guarderiia) c quedo llorando muchoooo necesiito consejos para hacerme la furte pero sobre todo saber llevar la situacion.....
    gax

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  2. Anónimo8:10 p.m.

    esta muy bonita la charla puede serbirle a maestras q quieren enseñar a pequeños y madres

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