Las Abuelitas en la Crianza del Niño


Hoy en día los papás tiene cada vez menos tiempo para dedicarlo a la crianza y cuidado de sus hijos.
Como alternativas siempre han estado las nanas o las guarderías que ofrecen la puerta de entrada al mundo del cuidado de los bebés a través del conocimiento y aplicación profesional de la estimulación temprana. 

Pero también están las abuelitas, que por ser familia gozan generalmente de mayor confianza por parte de los padres, en caso no se pueda optar por las opciones anteriores. 

Sin embargo, el papel apropiado de una abuela para con la educación de su nieto siempre ha sido motivo de conflicto con los padres del pequeño, ya sea porque estos consideren que hay una intrusión en los roles o bien porque las abuelas consideren que no se está haciendo lo correcto y quieran subsanarlo con la mejor intención.

Los abuelos deben tener en cuenta los límites, en lo que se refiere a su intercesión en la crianza del nieto. Ellos podrán ayudar a la mamá, pero nunca deberán ni podrán suplantarla. Esto es una gran verdad que se plasma en la primera etapa de la crianza: el entete. 





Durante esta etapa, el bebé y la madre establecerán una relación íntima que nunca apodrá ser reemplazada por nadie, pase el tiempo que pase con el pequeño. Luego viene el destete, donde el lazo afectivo y el mundo instintivo creado con la madre perdurará y permitirá al niño reconocer y valorar a su madre como tal.

La comunicación es básica en este tipo de situaciones. Por el lado de la abuela, se deberá respetar siempre las decisiones de la madre, aunque sienta que no son las más adecuadas, sin señalar que están en un error, o que no están haciendo bien las cosas, como a veces ocurre. 


El instinto de madre es el que guía la mayor parte de estas decisiones, por lo que es díficil que sean inadecuadas. Hay incluso casos en los que las abuelas buscan generar una competencia entre ellas y las madres, dando como único y lamentable resultado la confusión en el niño, quien no tardará en cuestionar la autoridad de la madre.

También los nietos suelen aprovecharse de sus queridas y "engreidoras" abuelas, pues muchas veces terminan exigiéndoles más de lo que pueden dar. 


Los papás deberán guiar a sus hijos para que respeten y no abusen de sus abuelitas. 

Considerándose todo esto, las abuelitas serán las mejores aliadas de una crianza compartida y reconfortante, que por medio de la paciencia, la comunicación, el afecto y la tolerancia contribuirán al sano desarrollo emocional del niño y evitarán innecesarios conflictos en la familia.



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