El niño músico

Su talento comienza a percibirse desde los primeros años de vida. En el jardín de infancia, muchas maestras han tenido la oportunidad de observar sus manifestaciones en el aula y en las actividades educativas.


Es grande la alegría de los papás al recibir los primeros informes sobre la posibilidad de que su hijo tenga talento musical.

Pero los resultados suelen ser preliminares, pues ésta habilidad se irá desarrollando y consolidando con los años.

Es en ese tiempo que el apoyo y cariño de los padres de familia será vital para los pequeños músicos.

Sentirse acompañado en la expresión de sus emociones y la libertad que sentirá de poder hacerlo a través de lo que más le gusta, facilitarán su desarrollo integral, como persona y ser social.

Las señales que da en el Kinder suelen ser similares a las que demuestra en casa.
  • Facilidad para llevar el ritmo a la hora de recitar rimas, cantar y bailar.
  • Tarareos de tonadas. Generalmente son de las canciones del Nido, pero pueden llegar a melodías o canciones que oye en casa o en la calle.
  • Gusta de jugar con los instrumentos musicales de juguete que se suelen tener en el aula. La mayoría de los niños interactúan con los de percusión, pero ellos buscan todos y se dedican a ellos, descubriendo su funcionamiento.
  • Tiene habilidades matemáticas y su entendimiento de estos conceptos es mayor que los demás niños.
  • Muestra cierta sensibilidad por la naturaleza y los animales.
  • Usualmente es muy expresivo y desarrolla diversas formas de comunicarse más rápidamente, además del lenguaje.
La música es beneficiosa de mil maneras. Si su hijo muestra algunas de estas conductas, estimúlelo a descubrir y usar esta maravillosa forma de expresión y comunicación.

No tiene que invertir mucho en instrumentos y equipo. Vaya con él al parque, al teatro o a plazas en las que se realicen conciertos abiertos al público. Ponga música en casa, de preferencia melodías suaves y trabajadas.

Aprecie su reacción y déjese guiar por ellas. En edad de Inicial, la contratación de un profesor de música o su inscripción en un instituto es opcional, pues en muchos casos éstos ejercen una presión innecesaria sobre el niño que podría terminar perjudicándolo.

Las actividades que se realizan en los jardines muchas veces son más que suficientes, y muchos de ellos tiene talleres de música después de clases que podrían ser una bonita opción.

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