Los bebés y los niños pequeños son los más vulnerables frente a enfermedades, entre infecciosas y virales, que afectan a su estómago. Ya sea rotavirus o gripe estomacal, estas suelen provocar vómitos y diarreas en muchos casos severas, lo cual requiere urgentemente recuperar el líquido perdido por el cuerpo.
Los médicos recomiendan no dar jugos de frutas o bebidas gaseosas pues el azúcar, cítricos y gas que contienen hace que el cuerpo lo rechace. Por eso los sueros son la mejor manera de hacerlo. Los médicos recomiendan sin embargo darlos en dosis pequeñas por cada vez, pues podría ser rechazado como cualquier otro líquido.
Muchos recomiendan sueros caseros hechos con bicarbonato o jugo de limón diluido en la preparación. Pero estos son más apropiados para adultos, pues en un estomago irritado pueden ser contraproducentes en los niños.
Para hacer un suero casero para niños Pediatra al Día, nos da la receta:
En un litro de agua hervida fría mezcla una cucharadita rasa de sal fina y cuatro cucharaditas de azúcar hasta que esté bien diluido. Si es menor de dos años dale entre un cuarto y media taza, y si es mayor, entre media y una taza cada vez que haga diarrea o vomite.
También están las sales de hidratación oral que se venden en todas las farmacias preparadas con las proporciones precisas de sal, agua y azúcar.
Hay bebidas que se presentan como sueros orales, pero están dirigidas más a deportistas para recuperar sales perdidas durante el ejercicio. Algunas han sido motivo de controversia cuando se trata de dárselas a los niños; mientras son motivo de alerta por parte de la Academia Americana de Pediatría, han recibido la aprobación de Sociedades Pediátricas para su consumo en niños deportistas. Sin embargo, ninguno lo indica para rehidratación por enfermedad.
Por eso, antes de elegir cualquiera de estas opciones para tu hijo, recuerda siempre consultar la opinión de tu pediatra.
Imágenes: DefeatDD, EntrePadres, MNN.
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