Selección de poesía para niños sobre animales

Una de las maneras más hermosas de mostrar la belleza y los valores a los niños es a través de la poesía. Ambos son más fáciles de percibir en los pequeños a través de la emoción comunicativa del verso. La poesía puede despertar emociones y sentimientos nobles y elevados, siendo una excelente forma de estimular la noción de cultura en sus pequeñas mentes.


Por otro lado, uno de los temas favoritos de los niños son los animales. Todo lo que tenga que ver con sus historias, sus gracias y sus juegos atraen su atención de inmediato. Sin embargo, para seleccionar poemas para niños, es necesario ser cuidadosos.

Pensando en esto, hicimos una breve selección de poemas cuyos protagonistas sean los animales, para promover así una relación más cercana de los niños con la poesía, la naturaleza y la belleza que existe en ambas.

El nido
 (Por Margot Guezúraga, Argentina)

Lo vi una mañana.
Traía en el pico
un poco de paja,
pajitas de trigo...

Miraba los árboles,
estaba indeciso;
buscaba sin duda
cuál sería el sitio
más bello y oculto
para hacer su nido.

Eligió el más bello,
un árbol florido...
Se arrancó las plumas
de su buche tibio,
y empezó su obra
aquel pajarito,
con tanta constancia
y tanto artificio,
que me dije a solas,
después de un suspiro:
¡Oh, cuánta paciencia
para hacer un nido!


Mi caballo
(Por Teodoro Palacios, España)

Yo tengo un caballo
veloz y ligero,
que corre lo mismo
que vuela el pampero.
Jamás tuve amigo
tan noble y tan franco;
sus lomos me ofrece
cual mullido banco.
Y al cruzar mis pagos
sobre sus espaldas,
se tornan sus pliegues
manto de esmeraldas.





Caballito mío,
noble compañero,
porque te conozco,
por eso te quiero.


El pavo real
(Por Ovidio Fernández Ríos, Uruguay)

El gomoso pavo real
abre en su coquetería
la cola, que se diría
es una aurora boreal.
En cada pluma hay triunfal
un arco iris redondo
que se destaca en el fondo
de un violeta episcopal.
Tras él un conejo mira
tan regia pompa y estira
sus orejas con fruición,
que parecen, con los rojos
puntos de sus breves ojos,
dos signos de admiración.


El gallinero
(Por Ovidio Fernández Ríos, Uruguay)

Su fiesta llega hasta mí.
Las gallinas cacarean
y los pollos deletrean
una lección de la i.
Un gallo en tono de si,
después que sus alas bate,
como un canto de combate
prorrumpe un quiquiriquí.
Y en medio del gallinero,
luciendo un porte altanero,
un caudillo se asemeja;
y su cresta se me antoja
que fuera una boina roja
echada sobre una oreja.


El gusanito de seda
(Por Hilario Sanz, España)

Gusanito, gusanito,
teje, teje sin cesar,
teje ya tu capullito,
téjelo hasta terminar.

Luego, encerradito
en tu capullito,
te convertirás
en la mariposa,
novia de la rosa,
de bellos colores
que liba las flores.

Teje, gusanito,
teje sin cesar,
teje tu capullo
hasta terminar.


El jilguero
(Por Hilario Sanz, España)

Jilguerillo, jilguerillo,
tú que vuelas sin cesar,
ve y dile a mi madrecita
que ayer me viste jugar,
que la adoro con locura
y no la puedo olvidar.

Jilguerillo, jilguerillo,
tú que cantas sin cesar,
cántale a mi madrecita
que no la dejo de amar,
que la adoro con locura
y no la puedo olvidar.

Bello jilguero,
vuela ligero
y en tu piquito
a mi buena madre
llévale un besito.


Imágenes:GoodReads.

Comentarios

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  1. El blog esta muy bien,me gusta muchos las poesías y a mi niña encanta.

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  2. LA RANITA TORONJITA

    Mi papi se la encontró,
    en una selva preciosa,
    la vio linda, muy bonita,
    delicada mascotita.

    A mí, me la regaló,
    me la dio en una cajita,
    estaba tan pequeñita,
    ¡qué ternura me causó!

    Yo, le puse Toronjita,
    por gordita, jugosita,
    me parece una cosita
    de las que manda Diosito.

    Sus ojitos son saltones,
    tiene las patitas largas,
    luce diversas manchitas,
    que son oscuras, negritas.

    Mueve, mueve, su garganta,
    pues se la pasa comiendo,
    solo estira esa lengüita
    alcanzando el alimento.

    La Ranita Toronjita,
    come, come, sin parar,
    come grillos, cochinillas
    y no deja de engordar.

    Le voy a echar su guayaba,
    pa’ que se le hagan mosquitos,
    pobrecitos, tan chiquitos,
    también los va a devorar.

    Por las mañanas, le gusta,
    que le dé el sol, un poquito,
    regresando a su nidito,
    que entre las aguas está.

    En la cuevita de lodo,
    permanece, muy tranquila,
    ahí está bien quietecita,
    saliendo solo a cazar.

    ¡Ay, Ranita Toronjita!,
    no te quiero regordeta,
    me encantas en miniatura,
    quisiera verte flaquita.

    Si tú sigues de glotona,
    no vas a caber en casa
    y, pronto, vas a aprender
    que la vida . . . no es comer.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 02 de octubre del 2006
    Dedicado a mi Chalita, ¡te amo a ti!
    Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14

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  3. LA RANITA TORONJITA II

    Toronjita, ya creció,
    nueva casita estrenó,
    con piedritas, tierra, lodo,
    pasto verde y un madero.

    Como tiene mucho espacio,
    en su jardín echa brincos,
    da unos saltos muy bonitos,
    le encanta subir al tronco.

    Después de bajar, se posa,
    al pie de su terso leño,
    descansa, retoza, goza,
    sintiéndose bien, a gusto.

    Otro nidito de fango,
    élla misma construyó,
    en él se pasa las horas,
    sintiendo calor de hogar.

    Creo que practica deportes,
    pues estira todo el cuerpo,
    se para sobre sus patas,
    muy alegre, mueve el cuello.

    Croa, croa, por la noche,
    raros sonidos emite,
    yo, no le entiendo nadita
    sus cantos a la ranita.

    Ya tiene un año conmigo,
    recuerdo que era chiquita,
    aunque mucho ha crecido,
    sigue estando jugosita.

    Mi papi y yo le buscamos
    su alimento, día tras día,
    vamos al prado, le hallamos
    pinacates, arañitas.

    Pero, con nada se llena,
    tiene un hambre muy voraz,
    élla lombrices quisiera,
    bajo lluvia pertinaz.

    La Ranita Toronjita,
    come, come, sin parar,
    come grillos, cochinillas,
    libélulas y algo más.

    Sigue en engorda, glotona,
    le gusta mucho tragar,
    ¡Dios bendito de mi vida,
    no sé adonde va a llegar!

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 02 de octubre del 2007
    Dedicado a mi Chalita, ¡te amo a ti!
    Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14

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