La Primera Visita del Niño al Dentista Infantil


Lo primero que pensamos los papás cuando se trata de visitar al dentista es miedo; miedo a las máquinas y al dolor que causan.
Ese mismo miedo solemos transmitírselo a nuestros hijos sin querer, ocasionando que su primera experiencia en la Clínica Dental no sea del todo placentera. 

El problema son los prejuicios que tenemos sobre estas clínicas, que asumimos desde que éramos pequeños. Pero hoy las cosas han cambiado muchísimo.

La tecnología se ha adaptado y especializado según cada tipo de paciente. Las Clínicas Dentales modernas cuentan ahora con salas de juegos, decoración infantil, materiales lúdicos, etc.

Todo teniendo como primer objetivo el procurar una estadía agradable del niño desde la primera visita, para que así su asistencia periódica no sea motivo de ansiedad en los días previos, sino de expectativa, ilusión y alegría.

De todas, la primera visita -como, en algunos casos, la primera impresión- es la más importante, por lo que conviene tener en cuenta algunos puntos:
  • Lleva al bebé al consultorio cuando tú tengas una cita o mejor aun, algún hermanito. Así sevirá de modelo y el más pequeño verá que no es tan terrible.
  • Evitar comentarios negativos sobre el dentista en casa. Ni siquiera cuando pensamos que el niño no nos escucha o entiende. Ellos captan mucho más de lo que imaginamos y esa ansiedad la puede hacer suya.
  • Crear hábitos de higiene dental es la mejor manera de que no teman el consultorio dental, pues así no tendrán que ir por curaciones complicadas o largas, sino para simples controles (se recomienda cada seis meses).
  • También puedes llevarlo cuando le salga el primer diente, para una orientación a los padres sobre sus cuidados, a la vez que el pequeño se familiariza con el ambiente.
  • La primera consulta se da generalmente a los 3 años, cuando la dentición de leche está completa. En muchas clínicas dentales se les "presenta" el lugar, los aparatos a utilizar, colores, sabores, olores, etc. El niño participará gustoso de esta experiencia y le ayudará a querer regresar.
  • Nunca ocultemos nada a los niños. Se le puede explicar lo que se les hará, sin profundizar mucho en el tema. Así la situación no lo cogerá desprevenido.
  • Establecer "códigos secretos", a manera de juego con el niño. Por ejemplo levantar la mano en caso algo le fastidie.
  • En algunas clínicas se les da un obsequio, en reconocimiento a su valentía y colaboración.
  • Cuanto más pequeño vaya a consulta, menos historias oirá por parte de otros niños. De éstos, los niños que sólo van por controles dan mejor "referencia" que los que van por tratamientos largos.

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