Cómo debo abrigar a mi hijo en invierno

En esta estación es frecuente ver llegar al jardín de infancia a niños vestidos con exceso de ropa sobre ellos. Los extremos son tales, que a a algunos incluso les es imposible jugar, manipular objetos o incluso sentarse si no se les alivia de varias de las prendas.


Es cierto que para los papás es difícil concebir que el niño no necesite abrigarse así; todos queremos asegurarles salud a nuestros hijos.

Pero también es cierto que los niños, por su propia naturaleza y metabolismo, necesitan menos ropas que nosotros. Por eso, si los abrigamos sólo porque nosotros sentimos frío, mejor consideremos algunas recomendaciones.

Sobre la ropa interior (medias, pañal o calzón y camiseta) puedes ponerle un polo de manga larga y un pantalón. Algunos uniformes de jardín vienen con casaca y pantalones con forro, lo cual es suficiente.

Si se vive en regiones de frío extremo, puedes aumentarle una casaca más gruesa, sobre una chompa, con gorrito y guantes de lana o algún material térmico. Muchos centros de inicial en estas zonas tienen calefacción, así que debe ser ropa fácil de almacenar una vez dentro.

Lo que nunca debes hacer es ponerle varias prendas semejantes una sobre otra. Eso sólo produciría incomodidad y hasta sofoco en el niño. Mejor es una sola, pero hecha de material abrigador.



También la dieta ayuda. Un desayuno con leche caliente, carbohidratos (pan,galletas) y una lonchera con algún ingrediente rico en calorías dará una nota de calor adicional importante.

Al tener mucha ropa puesta, el niño transpira más. A la deshidratación que esto podría suponer se le agrega el riesgo de que, por querer aliviarlo, se le tenga que quitar algo más de ropa. Este cambio brusco de temperatura haría más fácil que el niño coja un catarro. Con menos ropa, transpirará menos y no será necesario aligerarlo tanto de prendas.


Foto: Mi Móvil

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