Los ejercicios de relajación para niños

Además de salir temprano todos los días, estudiar y hacer las tareas del colegio, hoy en día se han sumado nuevos causantes de estrés y sobreestimulación en los niños como los videojuegos, más programas para niños en los medios, y por supuesto internet y las redes sociales.


Por eso, hoy más que nunca, es necesario brindar a los pequeños tiempo y alternativas para relajarse. Momentos en los que pueden estar a solas con su silencio, distender su cuerpo y su mente, ser conscientes de su individualidad y su valor.

Los ejercicios de relajación son muy usados, por ejemplo, en cursos de yoga para niños. De hecho, muchos de estos talleres infantiles han visto aumentar en número a sus pequeños alumnos, que asisten a sus clases buscando tranquilidad.

Al relajarse, el niño deja de estar tan atento a su entorno y puede ser más consciente de sí mismo, oye su respiración, percibe las partes de su cuerpo, imagina libremente y aprender a valorar su mundo interno.

De los muchos ejercicios de relajación diseñados especialmente para niños, hemos seleccionado algunos por su sencillez y facilidad para practicarlos en cualquier lugar, desde el aula hasta la sala de tu casa.

Busca la hora del día y el ambiente más adecuados antes de empezar y recuerda que las indicaciones deben ser dadas con una voz tierna, suave y pausada.


1. Música para imaginar

Los niños se colocan en círculo, sentados o echados. Con el acompañamiento de una música suave (de preferencia sin canto, sólo instrumental) se les pide que inspiren y expiren lenta y profundamente, notando como el aire pasa por su boca e ingresa en su cuerpo.





Luego se les indica que vayan sintiendo y relajando las partes de su cuerpo una por una y que pongan su mente su mente en blanco.

A continuación imaginarán lugares o situaciones agradables. Puede ser un campo lleno de flores, una cascada cristalina, un paisaje de fantasía, etc.


2. Las marionetas rotas

Los niños imaginarán que son títeres movidos con hilos. La posición inicial es de pie con los brazos extendidos hacia arriba.

Lentamente harán como si alguien les fuera cortando sus hilos, dejando caer pesadamente cada una de sus articulaciones, empezando por las muñecas, codos, brazos, cuello, cadera, rodillas.. hasta terminar "desparramados" en el piso.


3. Hielo derretido

Los niños se ubicarán de pie y juntos, poniendo el cuerpo rígido, como si fueran de hielo. Luego imaginarán que es verano y que son unos bloques de hielo que cayeron sobre la vereda. El sol empezará a subir y el calor aumentará, así que los cubitos de hielo se irán "derritiendo" lentamente, relajado poco a poco cada parte de su cuerpo.

A medida que se "derritan" más y más, se irán juntando con los otros "bloques" (utilizando brazos y piernas) y todos al final formarán un gran "charco" de agua.


Fuente: Dinámicas grupales para todas las edades. Editorial Libro Amigo. Lima, Perú. 2001.

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