Como jugando: matemáticas aplicadas a la vida cotidiana del niño

Las matemáticas son muy importantes en la vida. Todo lo que hacemos durante el día tiene algo de ellas y es a través de esas actividades cotidianas que podemos enseñarles a nuestros hijo las matemáticas de una manera casual y divertida. En este artículo te presentaremos algunos ejemplos.



1. Un domingo familiar en la cocina: suma

Hacer un rico postre entre todos es una experiencia muy divertida, pero una pizca de matemática le dará el toque final. Para eso, asígnale a tu hijo la responsabilidad de encontrar y separar las cantidades de cada ingredientes. Así tendrá listos los 2 huevos, las 4 cdas de azúcar, las 2 tazas y media de harina, etc.


2. Ordenando los juguetes: conjuntos

Su habitación suele ser un caos y el culpable no acostumbra ordenarla. Introducir las matemáticas a la hora de arreglarla puede ser una solución mágica. En este caso, aplicando conjuntos, jugaremos a clasificar autos, soldaditos, animales del zoológico,etc. Una vez seleccionados, cada grupo irá a una caja o lata. De esta manera el dormitorio de tu hijo se verá ordenado y de paso él habrá reforzado su noción de conjuntos.


3. Tesoros en el parque: decenas y docenas

El parque se presta para juegos de escondite y búsqueda. Esta vez crearemos un juego nuevo: el primero que consiga una docena de hojas sueltas, gana. También puedes proponer el juego con una decena de piedritas blancas y en fin, con cualquier elemento fácil de hallar en el parque de tu vecindario. Aprovechas esta actividad para establecer la diferencia entre ambos conceptos.


4. El mago recogiendo la mesa: resta

Una vez terminada la merienda, pídele a tu hijo, no que recoja la mesa, sino que "desaparezca" lo que tiene encima. Cual poderoso mago, indícale que cuente primero y luego "esfume" los utensilios como por arte de magia. Puede empezar por los cubiertos, luego los vasos y finalmente los platos.

Una variación puede ser desaparecer solo unos cuantos artículos. Primero pregúntale, por ejemplo, cuántos vasos hay sobre la mesa. Luego reta al mago a que adivine cuantos quedarán cuando "desmaterialice" la cantidad que tú le dirás, llevándolos a la cocina. Luego deberá confirmar lo que queda sobre la mesa.


5. Me pongo mi ropa: conteo

Es el primer paso para aprender a vestirse solo. Pero también una forma de practicar la cuenta de números. Busca prendas de ropa con muchos y pocos botones. Pueden ser chalecos, camisas, chompas, todo de acuerdo a la estación.





Cada cierto tiempo separa un momento para realizar esta dinámica con una prenda. Sólo hay que contar en voz alta, mientras tu hijo va insertando cada botón en su ojal. Recuerda hacer una gran celebración cuando haya terminado.


6. Desde el auto: figuras geométricas

La fascinación por pegarse a la ventana del auto para ver "pasar la calle" la hemos tenido todos. Ahora también puedes usarla para jugar a las matemáticas con tu pequeño.

El juego consiste en buscar objetos en la calle, que tengan una forma geométrica determinada. El objeto puede ser la figura geométrica o contenerla.  Pueden haber círculos escondidos en un semáforo, una señal de tránsito o una rueda de automóvil; puede aparecer un rectángulo en una placa, una puerta o un letrero, etc.

¡A ver quien encuentra más figuras, más rápido!


7. En mis clases de natación: grande y pequeño

La mayoría de academias de natación cuenta con por lo menos dos piscinas: una grande y otra chica. Comenta sobre esta diferencia con tu hijo.

También puedes encontrar en este lugar otros objetos para reforzar esta comparación, como niños y profesores, filas de boyas, trampolines chicos y grandes, toallas, ropas de baño, etc.


8. Alimentando a mi chanchito: suma y resta

Además de ser un recurso muy útil para incentivar el ahorro en los niños, la alcancía también puede servir para practicar con ellos la suma y la resta. Deja que sea tu hijo quien poco a poco administre su caudal, sumando la cantidad correspondiente cada vez que añada una nueva moneda. Lo mismo hará cuando retire algo de dinero para sus "gastos"...¿cómo que cuáles gastos?

 ¡Comprarse una golosina, por ejemplo!


Imagen: Oregon Attractions en Flickr.


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