"Mi profesora es mala, mamá": qué podemos hacer los padres ante maestras abusivas o incompetentes

Hay frases que brotan espontáneamente de nuestros hijos que nos ponen inmediatamente en guardia  o chocan con la imagen de profesora correcta y muy querida que teníamos o preferíamos tener de ella. "Mi profesora es mala, mamá", "Mi maestra no hace nada en clase, papá", son algunas.


Entre maltratos e incompetencia

El perfil de un maestro de escuela no solo debe limitarse al dominio de una metodología educativa, sino a tener verdadera vocación para educar niños, lo que incluye cariño y buen trato a los pequeños. Permitir esto en los colegios es inaceptable.

¿Pero basta con una frase para ir a recriminarle a la maestra? ¿O acaso preferimos el extremo opuesto de creer que solo es fruto de la imaginación de nuestros hijos?

Mente abierta

Muchos padres de familia se han visto enfrentados con este dilema. Algunos prefieren no mover el tema temiendo las represalias del colegio o de la propia profesora. Otros se apresuran a completar el cuadro por sí mismos y prefieren encarar a la maestra de inmediato.

En ambos casos, las consecuencias pueden ser graves. Si no nos preocupamos por averiguar lo que pasó podríamos estar dejando que suceda un hecho aún más grave de lo que suponemos. Pero si nos dejamos impulsar únicamente por nuestra indignación y el amor que sentimos por nuestros niños también podríamos cometer una tremenda injusticia.

Lo mejor es canalizar esa indignación en fuerzas y decisión para indagar más y buscar ayuda.

¿Conoces a tu hijo?

Lo primero es conocer cuál es el carácter de nuestro hijo, su conducta, su manera de manejar sus relaciones interpersonales. Es en este contexto que debemos recibir lo que nos cuenta, ya sea por propia iniciativa o a nuestras preguntas, o aquello de lo que nos enteramos por terceros

Esto no quiere decir que nada de lo que diga un niño inquieto pueda ser verdad, o que un niño tranquilo la diga siempre.

Conversación madre-hijo

Para confirmar si lo que tu hijo te ha dicho es cierto debes empezar por conversar con él. Procura que tu conversación se de sin sobresaltos, que fluya de manera natural sin que parezca un interrogatorio.





No pretendas que te lo confirme todo ahí mismo, podría perder el interés y contestarte cualquier cosa. Utiliza diversos momentos del día o de algunos días para retomar el tema.

Consulta con otros papás

Esta es una buena razón para mantenerte en contacto con los padres de familia. Intercambia opiniones e información con otros padres, en especial con aquellos que tienen sus hijos en el mismo salón que el tuyo e hijos mayores; ellos conocen mejor a las profesoras.

Consúltales sobre la maestra de tu hijo y enriquecerás la información que tu pequeño te ha dado. Por supuesto todas estas consultas deben hacerse de manera privada.

Averigua sobre la posible actitud del colegio

Si los anteriores pasos te llevan a buscar la versión de una autoridad del colegio, antes de solicitar una entrevista con la coordinadora de nivel o la directora indaga sobre cuál ha sido la reacción de la institución ante estas denuncias.

Las profesoras "relajadas"

Estos casos son especialmente evidentes a los padres atentos cuando ven la carencia de evaluaciones, tareas o trabajos en los libros de texto durante el año en curso y la comparan con su abundancia durante el año pasado. ¿Qué sucedió?

Hay muchas razones para que una profesora siga enseñando en un colegio a pesar de su incompetencia, desde el constante cambio de profesores a niveles y asignaturas que no les corresponden, hasta tristes casos en los que cuentan con el favoritismo de las autoridades del centro educativo por aportar las pensiones de sus tres hijos al colegio o por ser muy amigas de la directora, con lo que aseguran su permanencia en perjuicio de los niños.

Estos casos son más delicados, ya que será muy difícil que la directiva de aquel colegio tenga una respuesta ejemplar. Lo mejor en estos casos es acudir a la autoridad siguiente en la jerarquía del sistema educativo local. En este caso será necesario llevar información puntual y de preferencia ir junto a un grupo de padres de familia que avalen la denuncia y que eviten así represalias.

Es cierto que la mayoría de estos casos terminan en la decisión de la familia de cortar por lo sano y cambiar  de colegio al niño, lo cual no es mala idea,siempre y cuando se hayan agotado todas las medidas anteriores. Además, un colegio que arriesga su reputación de esa manera no tiene mucho futuro.



Comentarios