Por qué a los niños les gusta tanto la comida chatarra

Seamos sinceros ¿solo a los niños? La verdad es que la comida rápida gusta a mucha gente por la misma razón: el secreto de sus ingredientes. Aquí algunas de las "maravillas" que hacen tan difícil dejar de probarlas, y tan fácil preferirlas.


Grasa


El sabor y aroma que la grasa le da a la comida es irresistible. Una de las explicaciones es la sobrevivencia. A nuestros antepasados cavernícolas les era vital para tener la energía y calorías suficientes para la dura vida que experimentaban. Su detección por cualquiera de nuestros sentidos activa la necesidad instintiva de consumirla. Ese instinto es parte de lo que llamamos apetito.

Azúcar


No solo la encontrarás en las bebidas gaseosas, sino también en las hamburguesas (hasta en el pan) y las salsas. Uno de los efectos del azúcar (no solo de la sal) es que da sed, y si tienes más sed, pedirás más bebidas.

Sazonadores y condimentos


Ya son tantos los sazonadores, colorantes, saborizantes, leudantes, preservantes que se utilizan en la preparación de la comida que sirve en los fast foods, que es prácticamente imposible rastrearlos a todos. Pero tienen algo en común: el objetivo de estimular al máximo tus papilas gustativas. 

Los condimentos químicos o naturales que saturan cada bocado de comida rápida generan una explosión de sensaciones en tu boca. la impresión es mayor en los niños, que harán de todo por volver a experimentarlo cuantas veces sea posible.





Sal


Además de producir una muy conveniente sed en los comensales, la sal contiene sodio, que en exceso puede causar grandes complicaciones del corazón y la sangre, con peores efectos en los niños.

Pero toda la comida tiene algo de esto, ¡y no hace daño!


Uno de los argumentos de las empresas comercializadoreas de comida chatarra en defensa de sus productos es que los ingredientes no hacen daño, sino su abuso. El problema es, por un lado, que la comida rápida contiene estos elementos en cantidades concentradas, y lo segundo es que muchos de estos insumos están contenidos en una sola comida. De esta manera, siempre habrá una gran diferencia entre comer alimentos hechos en casa y comer comida chatarra.

¿Qué hacer?


Es dificil prohibir que los niños coman comida chatarra. Pero entre las recomendaciones más sugeridas por los nutricionistas para regularlas, están las siguientes:

  • Retrasa el consumo de comida y bebida chatarra en tus hijos. En fiestas infantiles, por ejemplo, busca siempre que hayan alternativas a la gaseosa, como refrescos, limonada, chicha morada, etc.
  • Reserva la comida chatarra para limitados momentos del año.
  • Siempre presenta a tus hijos nuevas alternativas de alimentos en casa. Poco a poco irán comiendo más cosas diferentes y así tendrán una mayor variedad de comidas que les guste. Esto les hará más difícil preferir la comida chatarra.
  • Acostúmbralos a tomar agua en vez de bebida azucaradas.
  • No premies a tus hijos con una salida al fast food. Les costará más relacionarlos con riesgos a su salud.
  • Vigila los niveles de sodio, grasa, azúcar y condimentos en los alimentos que prepares en casa. El exceso podría tener resultados muy similares a comer comida chatarra. Además, tus hijos se acostumbrarían a esos niveles y cuando coman comida menos condimentada o bebidas menos dulces, les parecerá que no tienen sabor.
  • No almacenes dulces en casa. Procura más bien poner las frutas siempre al alcance de tus hijos.

La mayoría de ingredientes contenidos en la comida chatarra tienen como principal objetivo el crear dependencia en el consumidor al sobreestimular sus sentidos, de ahí su poder de atracción. Si tienen que utilizar insumos riesgosos para la salud, lo harán sin dudarlo. No les demos el "gusto" de dejarnos con hijos obesos y débiles.

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