Cómo tranquilizo a mi hijo? Empieza haciéndole un horario

Los horarios son importantes en los niños por muchas razones. Establecerlos permite que tengan noción de momentos durante el día reservados para una actividad determinada. También les da la tranquilidad de saber que podrán hacer todo lo que quieren, pero no en el momento que se les ocurra sino cuando esté previsto.


Además, los horarios dan estructura a su vida, ordenándola y estabilizándola emocionalmente. Una rutina diaria sin horarios promueve el desorden, no sólo en sus dormitorios, sino en sus mentes y actitudes.


Para hacer los horarios lo primero que debemos hacer es identificar las actividades que se realizan durante la semana. Se pueden diferenciar en dos tipos básicos: las fijas y las ajustables. Las actividades fijas son aquellas que se dan todos los días como dormir, comer y asearse. Las ajustables son aquellas cuyo momento del día para hacerlas dependerá de otros factores - edad, hora de salida del colegio - como hacer la tarea, almorzar en casa, ver televisión o dormir  una siesta.

Para la duración de las actividades se sugiere utilizar bloques de 45 minutos cada uno, pues es el tiempo estimado en que un niño mantiene la atención y el interés. Se pueden dejar espacios vacíos o libres de 15 minutos.





No juntes dos actividades intelectuales seguidas como hacer las tareas y leer, por ejemplo. Es mejor intercalarlas con juegos, baño, tele, etc.


Cabe recomendarte también que no utilices las horas exactas como referencia cuando llegue el momento de ver televisión ( por ejemplo de 4 pm a 4:30 pm) pues hoy en día las series animadas suelen empezar o terminar a deshora. Date un tiempo para ver y clasificar qué puede y qué no puede ver tu hijo.

¿Falta algo? Lo más importante: un tiempo en familia. Los horarios no sólo son para los niños. De acuerdo con las posibilidades y compromisos de los padres de familia siempre es posible reservar momentos en la semana para compartir. Aunque sea media hora para dar una vuelta por el parque, leer un cuento, bailar en la sala o jugar juegos de mesa. Las posibilidades son muchas. A tu hijo le tranquilizará saber que tiene tiempos libres para estar con papá y/o mamá.


Siempre cometemos el error de reservar el fin de semana para hacer cosas pendientes en casa, gestiones, limpieza, compras. Si no puedes evitarlas, puedes realizarlas acompañada de tu hijo y luego salir de paseo. Ten en cuenta que el fin de semana también es esperado por ellos, pues saben que en él tú no trabajas. Es tiempo de estar en familia y recuperar el tiempo perdido.

Imágenes: BedZiner, EHow, Voxxi, More4Kids.

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