La dopamina y los riesgos de la satisfacción inmediata en los niños

Cuando niños, solíamos hacerlo todo más lento: para jugar con un amigo del barrio, teníamos que salir a la calle y tocar su timbre; para ver las últimas películas, debíamos esperar un año hasta que llegaran a nuestra ciudad; para invitar amigos a nuestro cumpleaños, teníamos que escribir nuestro nombre en varias tarjetas.


Eran tiempos en los que las grandes satisfacciones tomaban su tiempo, tal vez por eso eran tan valiosas y se sentía tan bién cuando resultaban.

La satisfacción inmediata


Hoy en día, el tiempo entre la necesidad de un niño y su satisfacción es cada vez menos corto, requiere menos esfuerzo y si este es ajeno, no se percibe. Los niños en este nuevo milenio están experimentando un fenómeno conocido como "satisfacción inmediata".

Muchos padres "modernos" no prestan atención al efecto que puede causar en sus hijos la satisfacción inmediata de sus deseos. Por falta de tiempo, de paciencia o de conocimientos, les damos lo que nos piden al instante, buscando tal vez que nos permitan continuar viendo nuestro programa favorito, o conversar con nuestras amigas o que simplemente hagan caso o se tranquilicen.

Pero esta actitud le puede estar dando señales equivocadas a tu hijo. Un niño a quien se le concede todo, nunca aprenderá a valorar el esfuerzo que significa eso para los demás, se acostumbrará a sentir que lo merece todo y a recibirlo con solo pedirlo.

La hormona de la felicidad


Estudios científicos han demostrado que cada vez que se recibe un doble check celeste en WhatsApp o un "Me Gusta" en Facebook, el cuerpo humano genera un a sustancia llamada dopamina. Se le conoce como la "hormona de la felicidad", ya que genera una sensación de plenitud, un mecanismo de recompensa que motiva a continuar como hábito una conducta determinada. Y nadie lo sabe mejor que los creadores de estas plataformas.





La relación entre los dispositivos tecnológicos y la generación de dopamina en los niños provoca una adicción por estos aparatos que será muy difícil de controlar.

Baja resistencia a la frustración


Tanto la satisfacción inmediata por parte de los padres de familia como la tecnológica acostumbrarán a tu hijo a que todo, incluyendo la atención, el "éxito" y hasta el amor, lo conseguirá con solo desearlo.

El problema aparecerá con sus primeras frustraciones amorosas, cuando no sepa como establecer relaciones de amistad y cuando empiece su vida profesional. Al no relacionar el logro con el esfuerzo, simplemente no soportará la frustración cuando no consiga ser el centro de la fiesta, cuando esa chica le diga que No o cuando se aburra en un trabajo en el que no logra "impacto" y al que ya quiere renunciar, cuando apenas lleva 5 meses en la empresa.

Cuidado con las recompensas


La satisfacción inmediata es una de las muchas razones por las que los psicólogos recomiendan mucha precaución con los dispositivos tecnológicos y las redes sociales en nuestros hijos. Lo mejor es regularlos y monitorearlos, para que así no influyan negativamente en la posibilidad de un desarrollo humano integral en nuestros hijos.

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