Fundamentos culturales del maltrato infantil y sus terribles consecuencias

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2017 hasta 1 billón de menores entre 2 y 17 años de edad han sufrido de violencia física, emocional o sexual.  A quien esta cifra no le provoque un espasmo de indignación y espanto, no es humano.


Sabemos que cada niño, a pesar de sus pocos años, ya tiene una historia de vida que atesora. Pero muchos de ellos, tal como nos muestran de las cifras de la OMS, no recordarán esta como la etapa más feliz y provechosa de sus vidas.

La tradición cultural como pretexto del maltrato físico


Muchas sociedades en el mundo están estructuradas bajo esquemas estrictos y jerárquicos donde los niños no son tomados en cuenta hasta que son lo suficientemente grandes como para apoyar en la economía del hogar.

En estas sociedades se combinan una serie de factores históricos, sociales y religiosos con la precariedad económica, la mala calidad educativa y la marginación.

Siglos de violencia contra los niños se han terminado estableciendo en estas sociedades como costumbres que no solo se aceptaron como la normalidad, sino como límites en el reconocimiento de los derechos de los niños y que nadie cuestionaba.

En algunos países, esta realidad se traduce en asignarle al niño un estatus inferior en la familia, o a valorar menos a las niñas que a los niños por tener menor potencial laboral. Esto último resulta una tremenda contradicción, pues si lo que se busca es que las mujeres se dediquen a las labores domésticas, que según la tradición es "lo aceptable", ¿por qué devaluarlas por algo en lo que nunca se especializaron?

Por otro lado, si lo que se quiere es contar con una mayor fuerza laboral, lo lógico sería promover que niños y niñas tengan las mismas oportunidades. Así se beneficiará no solo a las niñas, sino a la sociedad.

La religión


Muchas religiones en el mundo toleran o promueven la violencia en los niños, pero principalmente defienden la autoridad indiscutible del padre sobre el resto de la familia, por el solo hecho de ser el progenitor.

La autoridad es así justificada por la fuerza y no por la razón o el amor. El niño no cuestionará a sus padres por temor a ser castigado y asumirá que las cosas se imponen y que para imponerlas hay que estar lo más alto posible en cuanto a poder, oportunidades y ventajas.





La defensa de la violencia  infantil es entonces una cuestión de supervivencia del más fuerte, no del más apto o capaz.

Las religiones defienden el concepto de paz y violencia al mismo tiempo. Incluso la Paz se presenta como resultado de la violencia. Así, el creyente traslada esta lógica a su vida diaria y a su hogar, donde "soy duro con mi hijo por su bien.

La letra con sangre entra


La violencia infantil tiene su versión educativa. Desde muchos años atrás, el criterio de que la violencia es parte de una buena crianza, tiene su rama en que la violencia es también parte de una buena enseñanza.

De hecho, si vemos el último medio siglo de la historia educativa de muchos países en desarrollo, podemos apreciar que el reglazo en la mano, la jalada de patillas o el rincón del burro de la clase fueron tradiciones pedagógicas muy arraigadas.

Países con mayor castigo físico a niños por parte de los profesores

Fuente: Our World in Data


Solo en los últimos años se ha empezado a cuestionar estos métodos a la luz de nuevas corrientes formativas, como el constructivismo y la reducción del paporretismo.

Si queremos terminar de convencernos de que la letra con sangre No entra, solo tenemos que fijarnos en el lugar que ocupamos como país en cuanto a comprensión lectora o matemáticas, obtenido luego de tantos años de educación punitiva.

El "gran macho" como meta paterna


Las sociedades donde se concentran la mayoría de casos de violencia física contra niños suelen ser también comunidades con algún grado de machismo sistémico. El machismo considera no solo a la mujer como inferior, sino también a su hijo o hija, al ser extensión natural y responsabilidad exclusiva de la madre.

Países con más casos de feminicidio en el mundo

Fuente: Our World in Data

Países con más casos de maltrato físico o agresión psicológica (o ambos)
Fuente: Our World in Data


Por otro lado, el padre y la madre machistas esperan inducir en su hijo niño hábitos, actitudes y comportamientos sociales machistas, tales como pelearse, ganar a como dé lugar, escupir en la calle, jugar fútbol, someter a las niñas, hacer bullying en el colegio, entre otras conductas.

Si el niño no encaja en ese molde, se le considera en peligro de parecer poco hombre, lo cual se le corrige usando métodos violentos, porque "así me lo enseñaron a mí".

El individualismo


Es una corriente social que se ha instalado con firmeza especialmente en el mundo con influencia occidental. Todos aquello que tenga que ver con superación personal o competitividad, se superpone a la formación de una familia sana.

Esto hace que en muchos casos, los niños sean asumidos no como una alegría sino como una carga que frustrará proyectos personales, que complicará el día a día o que solo servirá para indisponer a los padres frente a los amigos "exitosos" con sus ocurrencias.

Las respuestas a estas situaciones por parte de los padres son en muchos casos violentas, generando grandes crisis familiares.

¿Y el maltrato emocional?


No es necesario tocar a un niño para dejarle una marca por el resto de su vida. Hay muchas formas de agredirlo con la actitud o con la palabra.

No escucharlo ni hacerle caso cuando te habla, compararlo con otros niños ("mira como ella si puede y tú no"), obligarlo a hacer algo que le incomoda, denigrarlo con calificativos, encerrándolo en su cuarto, condicionarle un gusto a la obediencia, entre otras son algunas formas de agresión emocional que resultan negativas para el niño o la niña, ya que también afectan su autoestima, su sociabilidad y su autonomía.

Cómo son de adultos los niños que sufrieron violencia física


Pongámonos en el caso de una pareja de padres de familia que educaron a sus hijos de manera estricta, el padre ausente gran parte del tiempo de la casa y la madre permisiva con la violencia de su esposo hacia su hijo. Todo esto lo hicieron creyendo que así su hijo estaría mejor preparado para el mundo que lo esperaba cuando crezca.

¿Cómo se sentirán esos padres cuando su hijo, ya mayor, haga lo mismo y vean el sufrimiento en el rostro de sus nietos?

Según algunos estudios, aquellas personas que sufrieron violencia física de niños se tornaron aislados, sumisos y callados, se hicieron consumidores de drogas o alcohólicos. Pero eso no es todo.

Entre otros efectos del maltrato infantil también figuran:

  • Negatividad.
  • Depresión crónica.
  • Estrés postraumático.
  • Remordimiento y culpa.
  • Agresividad verbal.
  • Conducta psicopática.
  • Revictimización.
  • Comportamiento suicida.
  • Desórdenes alimenticios y obesidad.
  • Más probabilidades de sufrir enfermedades.
  • Conducta sexual de alto riesgo (expuestos a enfermedades de transmisión sexual o embarazos.

En resumen, estos niños en muchos casos terminan "superando" a sus padres en cuanto a violencia. Y contra lo que supuestamente buscaban sus progenitores, tendrá menos posibilidades de vivir una vida plena y feliz.


Fuentes:

https://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/norms.pdf
https://www.thenewsminute.com/article/invisible-spectators-children-who-grow-abusive-households-and-what-it-does-them-50192
https://aifs.gov.au/cfca/publications/effects-child-abuse-and-neglect-adult-survivors
https://www.elperiodico.com/es/graficos/educacion/resultados-informe-pisa-2016-17670/
https://www.pbc2019.org/protection-of-minors/child-abuse-on-the-global-level

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